RoDe....en tonos verdes

El café de mi casa sabe delicioso..es tal vez por eso que hemos pasado tantas tardes alrededor de la mesa, después de la comida, hablando de cosas del mundo…cosas…cosas…
La primera vez que estuvo ahí, no quiso café…dijo que le quitaba el sueño, que le daba sueño, que tenía sueños…que era un sueño….
Ahora regresa, y toma café…una, dos, tres tazas….y siempre habla. Por instantes calla, y suelta una risa ingenua, callada, casi de niña pequeña, y entonces seguimos hablando.

Cuenta que nació de noche, cuando el sol apenas se dormía. Todos la esperaban…seis horas contaron espasmos en los que llegaría…y a todos hizo esperar…
Ella no hace nada si no es en su tiempo…

Hace música, crea ideas, arrebata sonrisas y corajes. Habla, escucha, diseña…come, come y come….

Camina despacio…camina sin prisa… Se acerca y contagia de luz. Se aleja pero la luz se queda…

Más de una vez la he visto llorar, y más de muchas veces la he escuchado reir.
Ella sigue creciendo….sigue avanzando…sigue girando…
Ella es eterna porque es eterna su esperanza. Es calma, porque no la derrotan las tormentas. No es azul como el frío ni amarilla como la soledad. No es roja como la sangre, ni negra como la derrota.
Es verde. Es verde como la malaquita y el jade. Como el olor del musgo y el sabor de la menta. Verde como las ganas de sentir el aire y probar el mar.
Ahora toma café…Ya no le quita el sueño, no le da sueño, no tiene sueños, no es sueño…

Ahora cumple sus sueños…y nos invita a formar parte de ellos todos los días…